Lo popular es auténticamente cultural
Kagemusha
La mayoría de los fanáticos o no tanto del cine japonés, conocían el nombre de la segunda empresa offshore de Macri, "Kagemusha" La película multipremiada data de 1980: la dirigió, guionó y produjo el genial Akira Kurosawa. Su trama trata de un ladrón de poca monta con un parecido increíble a un samurái conocido como "señor de la guerra", cuando este bravo e inteligente varón, muere. Aquél pobre e ineficaz delincuente toma su lugar, haciendo uso de una impostura que ningún trabajo le llevaba, pues era idéntico al gran samurái. El New York Times en su comentario sobre el estreno de la película, agrega un 
detalle, dice que el marginal delincuente se esmera en recurrir a falacias, falsedades y hasta una cierta violencia simulada, para conseguir el poder, y suma el prestigioso diario neoyorquino: "es la historia del hijo ambicioso cuya ansia de liderazgo es ignorada por su padre”
detalle, dice que el marginal delincuente se esmera en recurrir a falacias, falsedades y hasta una cierta violencia simulada, para conseguir el poder, y suma el prestigioso diario neoyorquino: "es la historia del hijo ambicioso cuya ansia de liderazgo es ignorada por su padre”
Macri, bautizó "Kagemusha" a una de sus tantas empresas fugadas del país. Macri contrató a Durán Barba para que recreara de él un personaje. El ecuatoriano lleno de imaginación y creatividad, dando por sentado que alguien de la posición del evasor argentino era dueño de la astucia necesaria, ya que no de la bravura, inteligencia y estrategia política. Es decir, el asesor político tenía un símil impactante del impostor de Kagemusha como cliente, asunto que facilitaba en grande su tarea, lo primero que hizo fue crear un Kagemusha ideal, ante el cual todo lo que debía hacer el desvalido impostor –su cliente- fuera "poner la cara". Lo que nunca imaginó Durán fue que la falta de astucia –por las demás virtudes del señor de la guerra, dejaba de preguntar en la medida que conocía más a MM- fuera de tan bastarda calidad. Es fácil imaginar que DB, al enterarse que la empresa marginal de su cliente llevaba el nombre de la genial película la razón más plausible era que, su titular, habría captado cómo ser mentiroso e impostor, al menos en medida ínfima. Nones. Desde allí que no solo Durán Barba, sino varios de los integrantes de la “corte de los milagros” en la que convirtió, el presidente a su gobierno, vivan penando, incluso hay serio peligro de n harakiri en masa.