Muerte de un pedante
Un seguidor tenía tal confianza en su líder que podía, nada más que nombrándolo, atravesar llamas de dos o tres metros de altura en distancias de varios kilómetros.
Informado el notable dirigente, acudió en persona a presenciar el prodigio, lo vio entonces, con sus propios ojos. Se dijo “¡Qué poderoso y persuasivo debo ser para que mi nombre tenga semejante autoridad!”
Se lanzó entonces al medio de las llamas gritando;
- “¡Yo!”, “¡Yo!”
Y se quemó vivo